NIÑOS Y NIÑAS EN LAS ARTES MARCIALES
El principal temor de un padre es creer que sus hijos se volverán violento al aprender artes marciales; esté mito se ha creado por las violentas imágenes que se ven en las películas de acción creadas por Hollywood. Lo cierto es que esta aseveración está muy lejos de la realidad.
La niñez es una etapa muy importante en la vida de todo ser humano, ya que aquí se forma el carácter y los hábitos que a futuro construirán a la persona. Las Artes Marciales aportan con muchos elementos para la formación integral de los niños, por ello es muy aconsejable que ellos empiecen a edades tempranas, cinco años es una buena edad para comenzar.
Valor educativo
A los niños, no sólo se les proporciona una instrucción marcial y deportiva, bajo la dirección de un profesor debidamente calificado, es una actividad con un fuerte componente educativo que contribuye a la formación y desarrollo integral del niño; favorece las relaciones grupales con otros niños y facilita su proceso de integración social; favorece la comprensión y acatamiento de las normas comunitarias; promueve la disciplina interior, el respeto hacia los demás y hacia si mismo y fomenta hábitos de conducta positivos para la salud y para el cuidado del propio cuerpo.
Desarrollo de la inteligencia
También debemos destacar que la práctica regular y prolongada de un arte marcial, al estimular la capacidad de concentración, favorece la adquisición de mecanismos memo-técnicos (memoria) que aparecen vinculados al aprendizaje de tareas motrices que tienen su posterior transferencia y utilidad en el marco escolar.
Seguridad personal
Otro aspecto destacable es su valor añadido como probado sistema de defensa personal que, canalizando la agresividad que todos llevamos dentro, proporciona autocontrol, seguridad y confianza al practicante. Esto es algo que se tiene muy en cuenta en una sociedad sacudida por múltiples manifestaciones de agresividad y violencia.
Desarrollo Físico
No menos importante que los puntos anteriores es la optimización del desarrollo sicomotriz infantil y mejoramiento de la condición física, favoreciendo el incremento de la flexibilidad, la resistencia, la velocidad, la coordinación el equilibrio, etc.
Metodología de enseñanza:
Porque un niño no es un hombre pequeñito, los entrenamientos para ellos se basan en la creación de situaciones estimulantes y la enseñanza mediante el juego, por eso en la metodología empleada en las clases prevalece el carácter lúdico y recreativo sobre la mera instrucción deportiva que tiene por objeto la búsqueda y formación de competidores. Para que el niño se sienta dispuesto cada día a abandonar su asiento frente al televisor o la computadora, el profesor trata de crear en sus clases una atmósfera idónea en la que el chico se sienta motivado para el entrenamiento. En el Dojo el enfoque principal no es hacer campeones deportivos, sino, de formar personas y desarrollar actitudes para la vida.
“Si quieres adultos responsables, educa bien a los niños”